lunes, junio 23, 2008

Sanaa, Yemen

Sanaa, algo tiene que encandila la mirada y embelesa el espíritu mientras paseando por su ciudad vieja las cumbres de las casas de galleta y chocolote atrapan la atención de sus visitantes. Perderse por sus sinuosas calles e ir descubriendo en las fachadas de sus edificios los dibujos que a la imaginación se le antoja, es una experiencia que rápido deja un poso de certeza: por mucho que pase el tiempo, jamás te olvidaré.

Noches mágicas de una ciudad cansada de la agitación del día, calles vacías de atmósfera sosegada interrumpida por la llamada a la oración de los imanes a los fieles. Mi hora preferida es alrededor de las cuatro y media de la noche, cuando los altavoces de las mezquitas me arrancan de los brazos de Morfeo, llenando el silencio de mis sueños de oraciones y suras del sagrado Corán.

Ciudad viva de mañana temprana, agitación que cesa a la hora del "Cat". Si en los países musulmanes la vida baila al compás del Islam, Yemen también lo hace al son del Cat: hierba mascada por todos sin distinción de sexo o edad.

[Te lo dedico a tí Mukeika, por el día de tu cumpleaños y la Noche de San Juan. Mis mejores deseos de felicidad y que se cumpla tu hermoso sueño. ¡¡¡Feliz cumpleaños Princess!!!]

 
Creative Commons License
Ahoka by MickyTroN is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Compartir bajo la misma licencia 3.0 Unported License.