lunes, marzo 17, 2008

Cumpleaños Mukeika

- ¡Muchas felicidades Muke! ¡Te deseo de corazón unos felices 2000 km!
- Muchas gracias Micky, estoy muy contenta de haber cumplido en La Montaña Verde -Libia- mientras la ascendía rodeada de verdes prados, flores y gente tan amable por todas partes. Felicidades pero... ¿y mi regalo?
- Mi querida compañera, no me olvidado de tu regalo: una página donde podrás contar todo lo que te venga en gana. Me envían tantos saludos para tí desde España y hasta Tarec me manda recuerdos ¿te acuerdas de él? ¿el periodista de Oya en Trípoli? que pensé que te gustaría... -Mukeika asiente llena de alegría-
- ¡Ooooh! ¡¡gracias, gracias!! Sokran Micky. ¡Me encanta! Siempre tan atento conmigo, te adoro.
¿Podré hablar de todo lo que quiera? ¿Hasta de tí? ja ja
- De todo lo que quieras Muke. Y tú, ¿me dejarás colaborar en tu página?
- Juntos hasta las estrellas querido Micky. ¡Hasta los cohetes!
- Te quiero mucho Muke, ¿lo sabías?
- Y yo a tí Micky.

Así es como un 17 de Marzo de 2008, Micky regaló a su compañera su espacio en la Red (CicloNomad) por haberle llevado más de 2000 km sobre ella recorriendo parte de España, Túnez y Libia.

lunes, marzo 10, 2008

Margabal



!Tienes una suerte endemoniada Daniel¡ !Tu madre ha tenido que rezar hoy mucho por tí! repetía sin cesar mi Ángel de la Guarda de Libia mientras íbamos viendo como se acercaba el momento en el que conseguíamos la ampliación de mi visado de tránsito hasta el 30 de marzo de 2008.

Esta misma persona, Abdulaziz Lathram, buen amigo y consejero, me sugirió que me hiciera con un número para mi móvil y logró que me entrevistaran en un periódico en el que un día, ocupé una columna y otro una página entera.

- ¿Qué dices Mukeika?
- Mmmh Zzzzz Zzzz
- Está cansada la pobre y tiene las ruedas remendadas de parches por el estado de las carreteras. Me parece que hoy no quiere hablar con nosotros.

Vagamente consigo encontrar las palabras que describan la magia de estos días, de los encuentros y momentos vividos.

Cuando se resolvió el problema de la frontera estuve un rato con la policía que me ofrecían cigarrillos, asiento y me daban su número para que les llamase al llegar a Sabaratha. No hizo falta porque me los crucé a la entrada de unas ruinas romanas. Allí compartimos risas y cigarrillos hasta que llegó la hora de la cena, las copas y el humo.

Salí con energía a la mañana siguiente después de desayunar con un hermano marroquí. Rodamos 81km por pésimas carreteras siempre llenas de coches y camiones hasta llegar a Trípoli. Qué diferente es esta capital a todas las otras visitadas. Qué perdido me sentía al buscar el camino al albergue con todos los letreros en árabe y su constante ir y venir de coches. Las calles llenas de gente. La cegadora luz que de rebote fuerza ese incomodo gesto en el rostro de todos.

Atardece lentamente y extenuado sigo sin encontrar el albergue. Al final, unos ociosos chicos me ayudan. En la habitación 206 descanso y día a día va cambiando mi primera impresión de mis compañeros de habitación Idriss, Ali y Hasan. Ellos se convierten en mis amigos, en mi familia durante las seis noches que viví en esta ciudad de mano de Abdulaziz, de los periodistas -amigos- que me llevaron a visitar el Museo de Munzur, la sede de su periódico, la ciudad; del encargado de hacerme la entrevista, Tarec, que me abrió las puertas de su casa donde conocí a su familia.¡Margabal Daniel! (Bienvenido Daniel) es la frase de las gentes de Libia al verme aparecer en solitario subido sobre Mukeika.

Dejé Trípoli con gran pesar pero contento por volver a la carretera. No rodé mucho ya que la ampliación del visado me da calma y me dejo llevar por el instinto. Llegué a Al-Garabulli donde paré a cenar algo y en ese mismo restaurante pasé la noche entre iguales, como me decía uno de los tres tunecinos que allí habitan: <Tú eres igual a nosotros Daniel. Nosotros somos tunecinos en Libia y tu español también en Libia. Un amigo, un hermano>

60 km más tarde y algún pinchazo más, me encuentro en El-Khums donde después de dos noches en un albergue de mierda -el jefe se queda con el dinero y los estudiantes que aquí pasan el año universitario conviven sin agua caliente, sin higiene y dentro de un edificio que se cae- me preparo para mañana salir hacia Misratah.

Feliz encuentro



Hoy en Leptis Magna -a 4 km de la ciudad El-Khums- me he encontrado con un grupo de españoles. Visitan Libia y su legado histórico con un profesor de arqueología de la UAM. Hermoso grupo de personas que me ha dado la oportunidad de practicar mi olvidado acento madrileño y pasar un día maravilloso con su compañía y cariño.

Agradecer a Carmen, la coordinadora del grupo- y a Clara -de la agencia De Viaje- su invitación a comer y a continuar con ellos la visita al complejo turístico. Mis mejores deseos para la encantadora señora de 82 años, la solitaria viajera ya jubilada que con sus sonrisas me llenaba de cariño, a aquella mujer que preocupada me preguntó con tanto amor acerca de mi alimentación, a Carmen, etc. A todas estas personas que como bien dijo una, podrían ser mi madre o mi abuela: suerte, buen viaje y que conserven por mucho tiempo la pasión por conocer a pesar de los miedos que eso conlleve.

Marchante de arte, gracias por pasear conmigo y tu compañía. Continua siendo tan especial.

 
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